Pues siguiendo donde lo dejamos, yo comencé a comprar figuritas, recuerdo una caja de caballeros del lobo blanco y un gran tegonista en su pedazo de carro, y mis padres me regalaron a Karl Franz en su flamante grifo de guerra, y claro, el ansia de un niño de 10/11 años me llevo a montarlo, pegarlo y pintarlo todo en la misma mañana. Menudo desastre... pero bueno... cosas que pasas en la juventud. Y así seguimos con las batallas, hasta que salió el ejército de Elfos Silvanos, y algo tuvo que dejé de lado al Imperio y mis siguientes cumpleaños y pagas se fueron en los Silvanos, así en mis siguientes compras cayeron una caja de arqueros, un blister de bailarines, otro con una hechicera en un corcel y las cajas de Durthu y Orión, siempre fui más de personajes que de tropas... y por cierto, con Orión cometí el mismo error que con Karl Franz, otro punto para mi ansia. Por parte de mis primos llegaron un ejército de Bretonia, con la caja de 5 edición, otro de Mercenarios, con un buen número de regimientos de renombre, Condes Vampiro, Skvaens, Caos, con el libro de ejército que estaba en una caja con un montón de marcadores... Pero pasado ese tiempo crecimos, y cambiamos el dinero de los muñequitos a las cervezas, y las tardes de partidas por las fiestas y todo eso quedó aparcado en algún rincón oscuro del desván, y tan oscuro porque no he vuelto a encontrar todas esas miniaturas por las que ahora podría ganar un buen dinero, para invertir en más miniaturas. Y fueron pasando los años, y ya con trabajo y dinero, conseguí un ejército de Orcos y Goblins, bastante oldhammer, y bastante numeroso, y me aficioné a comprar periódicamente la White Dwarf, cuando todavía era decente, así que regresé al mundo del frikerio, aproximadamente entre 6 y 7 edición. A un compañero del curro le compré otro montón de Orcos, los que venían en la caja de 6 edición y de vez en cuando fui ampliando mi ejército, aunque no jugué más que una partida con ese mismo compañero en todo ese tiempo. También compré la caja de inicio de 8, con los goblins nocturnos y las arañas, y le cambié los enanos a otro compañero por más orcos y goblins. Y después de eso fueron años de compra, pintura, almacenamiento y 0 batallas, pero trasteando por internet y atento a las novedades. La llegada de AOS me pilló trabajando y viviendo en Valencia, pero eso no me llamaba, a mi me gustan los regimientos y las peanas cuadradas. Y cuando comenzaron las ediciones Fan Made, conocí 9 era y sobre todo Manuscritos de Nuth, por ser asiduo lector del blog Cargad, pero sin gente con quien jugar, la situación continuaba igual. Hasta que un día en un post de Facebook, en uno de los grupos de Warhammer de los que soy seguidor, veo un comentario de un chico preguntado por gente por Valencia que juegue a Warhammer y la respuesta de otro chico, ahora amigo mío, llamado Juan que comentaba que el juega a otra edición Fan Made llamada Warhammer Reforged, que le pasara el teléfono y lo metería en un grupo de WhatsApp, así que yo también escribí y interesé por ese mundo. Y a partir de ahí si que comenzó, más en serio, mi aventura con Warhammer, que relataré en el siguiente post. Un saludo.

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